jueves, 9 de febrero de 2012

Sí, no. Blanco, negro. Día, noche.

Un día te encuentras la persona más alegre, feliz y positiva del mundo, sea por el motivo que sea y al día siguiente todo esto lo has apartado hacia un lado. Todos tenemos algo aquí dentro que nos modifica, nos cambia a su gusto y disposición y hace lo que quiere con nosotros. Si no eres lo suficientemente fuerte, es capaz de aprovecharse de ti y mucho de lo que te rodea.

Tus fantasmas han vuelto, y no te van a dejar tranquilo hasta que hables con ellos, cara a cara. Vencer y ser vencido es ley, y por esa regla de tres hay que saber ser vencido.

Rompe con cada problema que se te ponga por delante porque es la única solución y a medida que pase el tiempo te darás cuenta. Tú crees que sí, pero el simple hecho de hablar con alguien que no quiere hablar contigo ya es estar perdiendo un precioso tiempo, ganando desilusión y desconfianza. Sinceramente, todos ellos deberían ser tratados de la misma manera con la que ellos tratan, cosa que por lo general, no suele ser así.

Vive tu vida, que si los demás quieren joderte que lo intente con otro.

sábado, 4 de febrero de 2012

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Porque quería hablar de alguien que en un año y poco se ha convertido en alguien bastante especial, de las poquitas que quedan ya así. Porque a pesar de todo ha seguido ahí y aún sigue. No es de las típicas que, por lo que sea no hablas en un tiempo y ya no te hablan más, no. Tras unos meses sin hablar es capaz de invitarte a su casa a dormir, y así pasar una de las mejores noches, aunque ni siquiera duermas.

Aquel invierno en los que, los días sin hablar eran extraños y las noches en las que no nos acostáramos a las 5, casuales. Escuchar canciones y "entristecernos" la una a la otra (xd).

Lo que le hice pasar una noche a las 12:30, que le hice salir de casa y todo, y fue a "los bomberos" a comprobarlo.

"Aquello" que nos decía toda la gente que nos veía juntas que llevamos la cuenta y todo, y la pechá de reír que nos pegábamos cada vez que lo decían. Aquel concierto, gracias por hacer que le conociera aquel día. Todas las tardes de 'las tres', y las no tardes. Aquel día de verano con 'esta gente' y nuestra 'chimenea' para fumar, la burbuja, Spotify, lo de Cruzcampo...

Muchísimo más.

Hay pocas personas así, las demás se deterioran. Pero a esta persona eso no le importa y sigue apeteciéndole mi compañía, al igual que a mi la suya.