Si te sientes solo mándame un mensaje con el viento y házmelo llegar, que ten por seguro que lo recibiré. Escucha mi voz, cálmate y siente mi lento latir, mi tranquilidad. Porque viviendo nos damos cuenta de que los momentos son únicos y no se deben olvidar. Haz que el viento sea el mensajero, que la lluvia solo sea un simple aclarado y que la luna alumbre tu oscuro camino porque siempre vas a encontrar obstáculos.
Con esto quiero no decir otra cosa que: nacemos y morimos solos, pero siempre entre ellos es agradecido el disfrutar de buena compañía, buenos amaneceres, buenos anocheceres, buenos momentos… Pero sobre todo buenos hermanos, compañeros, amigos… Llámalos como quieras pero los llames como los llames son ellos los que realmente hacen que disfrutes de ese corto camino y hacen realidad esos momentos únicos.
Yo no vivo por mí, sino por ellos. No puedo evitarlo yo soy así. Daría más que por mi misma porque verdaderamente no sabría caminar por mi camino sin ellos, y sin faltar ninguno. Así que no os perdáis, agarraos todos a una cuerda y caminemos juntos hacia delante. Que yo no vea que alguno se pierde, o se suelta porque tienen que estar todos para que esto funcione.
Y sabes que después de una buena tarde, una buena mañana, un buen rato, una buena llamada… Sientes algo bueno en ti que es inexplicable, juntándose a las ganas de volver a pasar el mismo rato todas las veces que sean posibles otra vez, se hace único.
No hay comentarios:
Publicar un comentario