lunes, 17 de octubre de 2011

Luces pasajeras.

Porque ya estoy sin fuerzas, harta de luchar. Ahora dejo que me lleve la corriente, porque si alguna vez te caes al río, es lo mejor que puedes hacer hasta que te arrastre hasta la orilla. No tengo fuerzas como para seguir luchando por lo que quiero, estoy muerta por dentro. ¿Cómo quieres que me levante del suelo, si mis piernas no responden? Y aquí tirada sigo. El suelo está frío, no te aconsejo que lo pruebes. Así que ponte las pilas y levanta la cabeza bien alta para no caer.Eso que parece felicidad, son pequeños haces de luces incandescentes que pasan por delante mía, que veo a menudo, esos que siempre echarás de menos estén donde estén.
Tú. Seas quien seas, ten en cuenta una cosa: Estas luces son escasas, y no hay muchas, no verás ningunas tan bonitas en tu vida, así que si tienes un buen haz de luz a la vista, no lo dejes escapar, y únete a su luz, unidos brillaréis aún más, seáis dos, tres cuatro... Eso puede ser para toda la vida. Son tus amigos, lo más grande que tienes en estos momentos. Consérvalos lo mejor que puedas, mímalos, hazles perrerías, ríete con ellos, llora también si lo necesitan... Son lo más grande que nunca tendrás, serán como hermanos incondicionales, que te entenderán mejor que tú a ti mismo. Son por la única razón por la que río todos los días, valóralos.

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