domingo, 23 de octubre de 2011

Seguimos siendo pequeños ángeles.

A ver por donde empezamos...
Verás, hay gente que no valora lo que tiene, que todo lo echa a perder, y olvida todo lo que tiene a su alrededor o a las personas, incluso también hay otras que el odio, la avaricia o incluso la cobardía les superan. Pero yo no puedo dejar que eso me pase a mi. Por eso no quiero que os pase a ustedes tampoco. La vida es bella, aunque todos sabemos que no siempre muestra su cara más simpática, porque no todo puede ser bueno, no todos los días hace sol, no siempre te ayudarán a ti, no siempre estarás acompañado o simplemente no siempre te encontrarás bien...
En estos momentos llueve, y no todo me sonríe, pero una persona no puede darse por vencido tan fácilmente. Ya quisieran muchas otras, que no pueden, tener lo que tienes tú. Otras que, por una segunda oportunidad harían lo que fuese, con una sola segunda oportunidad se darían cuenta de todo, lo bueno y lo malo. En cambio estas que quisieran una segunda oportunidad en la vida, muchas no pueden tenerla, y es muy triste. Porque sin quererlo, o sin esperarlo se llevan esa hostia así sin más. Es muy vulgar lo que digo, pero es que da rabia que la gente no aproveche su vida, no tenga sentimientos, siga caminos ya trabajados por otros, no sean ellos mismos...
Como ya he dicho, cada momento es único e irrepetible. También valora a cada persona que tengas delante, incluso si te demuestran que no lo merecen para así demostrarles que tú si que lo mereces. Porque soy de las que piensan que los amigos son algo sagrado. Algunos incluso son algo más que amigos, son como hermanos en los que confiar, querer y valorar. Valora a tus amigos, a tus verdaderos amigos, e intenta conservarlos toda la vida, aprovechar de su compañía y su simple presencia, porque nunca sabes cuando podrán faltar.
Entonces si no los valoras, para cuando te des cuenta será tarde. Haz que cada momento sea único.

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